domingo, 13 de enero de 2019

Aprender japonés es un trabajo de chinos.

Estoy empezando a aprender japonés por mi cuenta. Sí, sí... japonés. ¿Y por qué demonios se me ha ocurrido aprender tal cosa?

Bueno, en general siempre he tenido predisposición y cierta facilidad para aprender idiomas, y por otra parte, las escrituras con caracteres diferentes de nuestro alfabeto siempre me han atraído mucho, precisamente por resultarme desconocidos e indescifrables...


Mis anteriores incursiones en otros alfabetos fueron para tener una idea del alfabeto griego y del cirílico. Pero claro, nada que ver con el salto a los silabarios, y no digamos los logogramas (caracteres que representan una palabra, un significado) del japonés.

Hasta ahora, aparte del castellano y el catalán de serie, nunca me había atrevido con nada más allá del inglés, el francés, el alemán, el neerlandés, el italiano, y la lengua de signos catalana. De los cuales, como mínimo dos y medio se han perdido por el camino al no usarlos... Pero, como se suele decir, cada idioma nuevo que aprendes te da herramientas que ayudan un poco a aprender más idiomas, ¡aparte de los beneficios para el cerebro!

Y en diferentes momentos, por diversas circunstancias, aprendí cuatro palabras de griego, euskera, sueco, finés, búlgaro, rumano, checo... cuatro palabras de las que sólo recuerdo tres... o dos...

Photo by Satoshi Hirayama from Pexels
La cuestión es que con unas amigas nos planteamos hacer, en un futuro (más o menos) cercano, un viaje a Japón. Cuando viajo a otros países me gusta aprender algo del idioma local, al menos algunas palabras básicas, y ¡Japón no iba a ser menos! Al mirar vídeos en YouTube sobre Japón, algunos decían que los japoneses no hablan mucho inglés, así que me imaginaba en una estación de tren intentando descifrar... ¡algo! Y entonces pensé... ¿por qué no empezar con el japonés? Al menos para tener alguna idea del idioma, y saber decir y leer algunas palabrejas.

Mis conocimientos previos no pasaban de algo que sonaba a sayonara (baby...), hai, yatá! (de la serie Heroes), san, sensei (de la peli Karate Kid), kampai, konichiwá, y arigató. O algo parecido.

Y, claro, contaba con las palabras de origen japonés incorporadas a nuestro idioma (con su adaptación correspondiente), o que son muy conocidas: judo/yudo, karate/kárate, tatami, sumo, kimono/quimono, bonsái, sushi, sashimi, surimi, nagiri, maki, wasabi, tempura, tataki, teriyaki (qué bueno el salmón teriyaki, por cierto...), sake, tofu, caqui/kaki (vamos, el palosanto de toda la vida), tsunami, samurái/samuray, shogun/sogún (de la serie del mismo nombre), catana, harakiri/haraquiri, kamikaze, karaoke, nipón, geisha, ninja, zen, manga, anime/ánime, tamagotchi, Gozilla, sudoku, origami, yen (la moneda de Japón), shiatsu...

Bueno, también estaban los nombres japoneses de marcas (sin saber si en realidad significan algo): Toyota (¡mi coche!), Suzuki, Honda, Mazda, Mitsubishi, Nissan, Yamaha, Kawasaki, Aiwa, Fuji, Toshiba, Casio, Hitachi, Kenwood, Konica Minolta, Canon, Fujitsu, Nikon, Sony, Pokémon, y... Atari (uno tiene cierta edad...).

Ah, y por supuesto, Kaaaameeehaaaameee... ha! (de Bola de Drac).


Total, que he empezado a aprender, y la cosa está complicada... Para empezar, el japonés tiene tres formas de escritura. No una, ni dos... tiene ¡tres!
  • El silabario hiragana, que son 46 caracteres, con trazos curvos, con valor únicamente fonético, originados como simplificación de caracteres chinos. Se usa básicamente para partículas gramaticales y palabras propias del japonés. Por ejemplo, el carácter "む" (que proviene de "武") corresponde a la sílaba "mu".
Silabario hiragana 平仮名 (ひらがな)
  • El silabario katakana, que son 46 caracteres más, con forma angulosa, con valor únicamente fonético equivalente al hiragana, originados en partes de caracteres chinos. Se usa para palabras extranjeras, préstamos, onomatopeyas, y para destacar texto (como si fuera la cursiva). Por ejemplo, el carácter "ム" (que proviene de "牟") corresponde a la sílaba "mu".
Silabario katakana 片仮名 (かたかな / カタカナ)
El conjunto de los dos silabarios se llama kana, y los silabarios tradicionalmente se ordenan de derecha a izquierda y de arriba a abajo:
  1. Primero van las vocales solas, que tienen el orden a, i, u, e, o.
  2. Luego las consonantes k, s, t, n, h, m, y, r, w, con la correspondiente vocal detrás (ka, ki, ku, ke, ko, sa, si, su, se, so, etc.). Algunas combinaciones no existen en japonés: yi, ye, wi, wu, we.
  3. Y finalmente la letra n sola.
  4. Excepcionalmente, ti="chi", tu="tsu" y hu="fu" (con una f suave); y cuando ha, he y wo funcionan como partículas gramaticales, se pronuncian "wa", "e" y "o", respectivamente.
    Para aprenderlos, ayuda crearse reglas mnemotécnicas y fijarse en similitudes para recordar (en internet encontré propuestas, que ayudan, pero fue mejor creármelo yo, a mi manera). Por ejemplo, el hiragana "む mu" me recuerda a la forma de una vaca (¡muuuuuu!).


    Hasta ahí, bien... Es como aprender las mayúsculas y las minúsculas de un nuevo alfabeto (en este caso, silabario). Pongamos nuestro alfabeto... hay mayúsculas y minúsculas que no se parecen (A a), otras que tienen algún parecido (B b), y otras iguales (C c). Pues entre el hiragana y el katakana, también hay algunos caracteres casi iguales o parecidos, como:
    か カ, け ケ, こ コ, き キ, せ セ, て テ, な ナ,
    に ニ, へ ヘ, む ム, も モ, や ヤ, ら ラ, り リ.
    (en cada pareja de caracteres, he puesto el hiragana y su equivalente en katakana)

    Y, como en nuestro caso, en algunos caracteres hay leves variaciones entre la forma impresa y la escrita, y también entre diversas fuentes de letra de ordenador.


    Bueno... y... a eso hay que añadir algunos detalles...:
    1. La sonorización de consonantes al añadir el diacrítico ゛en algunos caracteres: las sílabas ka, sa, ta, ha, etc., pasan a sonar /ga/, /za/, /da/, /ba/, etc.
    2. Añadiendo el diacrítico ゜en las sílabas ha, hi, hu, he, ho, pasan a sonar /pa/, /pi/, /pu/, /pe/, /po/.
    3. Los diptongos: combinación de la columna "i" con pequeñas ゃ/ャ, ゅ/ュ y ょ/ョ, p.ej. み mi + pequeña ゃ ya = みゃ mya.
    4. La geminación de consonantes anteponiendo una pequeña っ/ッ, p.ej. en にっぽん Nippon, la っ dobla la consonante p de la sílaba siguiente ぽ po.
    5. Las vocales largas, p.ej. en combinaciones de hiragana como かあ /kaa/, いい /ii/, えい /ee/, おう /oo/, じゅう /juu/, etc., o en katakana añadiendo ー detrás, como en la palabra コーヒー /koohii/ (que significa "café").

      Pero una vez sabes los silabarios, que es lo primero que habría que aprender (primero el hiragana y luego el katakana), esos detalles ya resultan bastante fáciles (¡de verdad!).
      • Y entonces... viene.... el kanji..., logogramas tomados originalmente del chino. Hay unos 50.000. Sí, sí... 50.000... Peeero ¡tranquilos!, ¡no hay que preocuparse!, porque sólo son de uso habitual entre 2.000 y 3.000. ¡Sólo!, ¡menos mal...! Unos son más sencillos (como "人", con 2 trazos, que significa "persona"), otros menos (como "鬱", con 29 trazos, que significa "melancolía" o "depresión"... como la que te da cuando empiezas a ver los kanjis...), y habría que saber reconocerlos y escribirlos.
      Jōyō kanji (常用漢字):
      2.136 caracteres kanji considerados oficialmente de uso común,
      por el Ministerio Japonés de Educación.
      Pero, esperad, que eso no es todo... resulta que muchos kanjis tienen más de un significado, y casi cada kanji tiene dos (o más, o muchas más...) pronunciaciones. Por ejemplo, el kanji "水" se pronuncia "mizu", que significa "agua", o puede leerse "sui" cuando está junto a otros kanjis (con excepciones, ¡por supuesto!), como en la palabra "水曜日" que se lee "suiyoobi" y significa "miércoles" (el día de la semana del agua). ¡Chupao, vamos...!

      Una buena noticia es que podríamos escribir en hiragana los kanjis que no conozcamos, pero, claro, es necesario reconocerlos para poder leerlos y saber qué significan... Creo que es buena idea empezar con los 200 y pico radicales, que, básicamente, son kanjis por sí mismos, y se pueden combinar varios para formar otros kanjis. Conociendo el significado de los radicales que forman un kanji, podemos tener una idea (más o menos..., y no siempre) del significado una vez agrupados. Por ejemplo, el radical 日 (que solo es el kanji de "sol" o "día") + el radical 月 (que solo es el kanji de "luna" o "mes") = kanji 明 "brillo", "luz" (el sol y la luna juntos).

      Por otra parte, la escritura en japonés puede ser en vertical (y de derecha a izquierda), que es la forma tradicional que se usa en novelas y periódicos, por ejemplo, o en horizontal (y de izquierda a derecha, como escribimos nosotros). Y resulta que normalmente entre las palabras ¡no hay espacios! Pero, en realidad, el hecho de usar 3 sistemas de escritura ayuda a delimitar las palabras:
      名前エンリケです
      (he marcado cada tipo de escritura con un color: hiragana, katakana y kanji).
      "yo partícula posesiva nombre partícula de tema Enrique ser".
      O sea, "Mi nombre es Enrique".

      Para ayudarnos (sobre todo en el material para aprender japonés) está el rōmaji (la rayita sobre una vocal indica que tiene pronunciación larga), que es la escritura con caracteres del alfabeto romano (o latino, el nuestro). Así, por ejemplo, la frase anterior 私の名前はエンリケです。en rōmaji se escribe "watashi no namae wa Enrike desu.".

      ¡El katakana “tsu” parece un emoticono sonriente!,
      y no hay que confundirlo con el katajana "shi".
      Pero bueno, tras todo este lío de la escritura japonesa, al menos hay también cosas fáciles:
      • No hay artículos, ni género, ni número.
      • La fonética es fácil (tiene una pronunciación muy parecida a la nuestra).
      • Los verbos no se conjugan según el sujeto.
      • La conjugación verbal es muy regular (hay muy pocos verbos irregulares).
      • Sólo hay tiempo pasado y "no pasado".
      • La gramática no tiene muchas excepciones.
      • Saber inglés puede ser de cierta ayuda (cierta...), ya que el japonés incorpora muchos extranjerismos y préstamos ingleses, que además se escriben en katakana, ¡no en kanji! (¡hurra!). Aunque hay que tener en cuenta que puede haber otras palabras japonesas equivalentes escritas en kanji (como en nuestro caso "email" y "correo electrónico", o "básquet" y "baloncesto"). Eso sí, hay que tener en cuenta la adaptación fonética y gráfica al japonés (como en nuestro caso "fútbol", "gol", "espaguetis", "bricolaje", "mejillón", o "guitarra", del inglés, italiano, francés, portigués y árabe: "football", "goal", "spaghetti", "bricolage", "mexilhão", "قيثارة /qīṯārah/"); por ejemplo, インターネット, del inglés "Internet", se pronuncia "intānetto", o アイスクリーム, del inglés "ice cream", se pronuncia "aisukurīmu", aunque las "u" son muy sutiles o prácticamente no se pronuncian... creo...
        Como curiosidad, otro préstamo en japonés es パン, que se pronuncia "pan" y significa... "pan". Guay, ¿no? En realidad es un préstamo del portugués.

        Lo difícil son los piiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii piiiiiiiii piiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii kanji de los piiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii. Bueno, los diferentes niveles de formalidad y la gramática también tiene sus cosillas, que me esperan ansiosas de darme dolores de cabeza...

        AuthaGraph World Map (オーサグラフによる世界地図), diseñado por el arquitecto japonés Hajime Narukawa (鳴川肇) en 1999: una proyección de la superficie esférica de la Tierra que mantiene las correctas proporciones de superficies (a diferencia de la habitual proyección de Mercator).
        Quizás, ya puestos, hubiera sido más útil aprender chino mandarín que japonés... pero Japón y el japonés me llaman más la atención. No tengo ni idea de chino, pero por lo que he leído (sobre todo en Wikipedia, y en varios comentarios por Internet):
        • Parece ser que la gramática del chino es en principio más sencilla (¡lo que es muy tentador!).
        • La pronunciación es difícil (al menos para nosotros) e incluye cuatro tonos distintos (más el neutro), lo que resulta... bueno, juzga tú mismo:
          • El chino mandarín, que es la variante mayoritaria y el estándar oficial chino, tiene muchos dialectos con grandes variaciones fonéticas. Pero además hay varias lenguas chinas aparte del mandarín: el cantonés, el wu, el min, el xiang, etc., que tienen más diferencias entre sí que las que hay entre las lenguas romances, lo que las hace mutuamente ininteligibles. Todo esto complica un poco el tema del chino...

          Variantes del chino y dialectos del chino mandarín (Wikipedia).
          • El tema de los logogramas lo tenemos tanto en japonés (el kanji) como en chino (que se llama hànzì). Pero en chino tiene dos formas: caracteres simplificados (p.ej. 汉语 "idioma chino"), que se usan en China continental y en Singapur, y caracteres tradicionales (p.ej. 漢語 "idioma chino"), que aún se usan en Taiwán, Hong Kong y Macao (además de en la mayor parte de las comunidades chinas del resto del mundo). Los kanjis del japonés (que sólo tienen una forma) provienen del chino, y en su mayoría mantienen las formas de los caracteres tradicionales.
          • En chino te ahorras aprender el hiragana y el katakana (sólo tiene logogramas), pero yo los veo como una ventaja en japonés: no cuesta tanto aprenderlos, y si sabes una palabra japonesa pero no sabes escribir su kanji, al menos la puedes escribir en hiragana. Por ejemplo, si conoces la palabra "yen" (la moneda de Japón) en japonés, que sería "en", y tienes que escribirla pero no conoces su kanji (円), puedes escribir えん, en hiragana.
          En todo caso, no está muy claro si es más fácil el chino o el japonés... o, mejor dicho, menos difícil (me da la impresión de que cuesta más el chino, no sé...). El coreano sería otro idioma asiático a tener en cuenta: parece ser que es más sencillo que el chino y el japonés (¡sobre todo en la escritura!)... Pero yo de momento me quedo con el japonés, a ver hasta dónde llego.

          Para no alargar más esta entrada, en otra entrada comento un poco el material que he encontrado para aprender japonés.

          En fin... Tal vez te suene a chino, pero no... no lo es.

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