domingo, 9 de abril de 2017

TEATRO: El miracle d'Anne Sullivan


La autobiografía de Hellen Keller "The Story of My Life", publicada en 1903, inspiró un episodio (escrito por William Gibson) de una serie de TV estadounidense emitida en 1957. Ese episodio fue adaptado a la obra de teatro "The Miracle Worker" del mismo autor, estrenada en 1959. Posteriormente, en 1962, se estrenó una película con el mismo título.

Pues bien, fui a ver "El miracle d'Anna Sullivan", dirigida por Empar López, sin conocer la historia. Sólo sabía que trataba sobre una niña sordo-ciega.


Después vi la película de 1962 y casi relacionaba cada escena y cada frase con lo que vi en el teatro. La ambientación podría decir que es prácticamente idéntica (gracias a la escenografía, los materiales, el vestuario y la música, y con la ayuda de la iluminación). Incluso encontré un gran parecido físico entre las actrices que interpretan a Anne Sullivan en la película y en la obra de teatro.


En el pequeño escenario del Teatre del Raval se recrean varios espacios diferentes. Y consiguen realmente que los veas y sientas como diferentes.



La actuación es excelente en todos los actores:
  • Mar Ferrer como Helen Keller (la niña).
  • Míriam Escurriola como Anne Sullivan (la profesora).
  • Jep Barceló como Arthur Keller (el padre).
  • Andrea Portella como Kate (la madre).
  • Rosa Serra como Eva (la tia).
  • Carles García como James Keller (el medio hermano).
  • Màrius Hernández como Amagnos/el Doctor.
  • Tai Feti como Viney (la criada).
Los movimientos, cadencia, expresiones y actitudes de todos los actores y actrices, se corresponden con los de la película de 1962. Y consiguen perfectamente expresar y transmitir cada personaje.


Por supuesto hay que destacar a las dos protagonistas. La interpretación de Helen es extraordinaria. Llegué a preguntarme si realmente era una niña ciega. Incluso entre escena y escena, cuando se bajaban las luces, ¡también se movía como durante la actuación para cambiar de lugar o entrar y salir del escenario! Y la interpretación de Anne Sullivan es impecable, muy dura y muy bien realizada. La actriz se mete en el personaje de lleno, ves cómo lo siente, cómo lo vive.


El teatro normalmente muestra las cosas de una forma más real, por la presencia en vivo y en directo. Pero en esta obra la realidad se mantiene en algunos casos a rajatabla: puedes ver las lágrimas y el sufrimiento de los personajes, y las luchas, bofetadas o jarros de agua a la cara, son de lo más reales (muy buen trabajo de coreografía/combate escénico).

Un gran trabajo en todos los aspectos.

La historia, aunque esté basada en hechos reales sucedidos a finales del siglo XIX, siguen siendo actuales. Podemos sentir la exclusión frente a la sordo-ceguera, la lástima y el darlo por inútil. Vemos el ansia de superación, la tenacidad y generosidad de hacer todo lo posible por generar un aprendizaje que parece imposible, la rabia e impotencia por no poderse comunicar, la soledad...

Una obra que emociona (sobre todo por momentos positivos) y que te puede hacer reflexionar sobre un tema poco conocido como es la sordo-ceguera.

Si no has visto la obra, ni la película, te las recomiendo, animate a transportarte a una situación que quizás no conozcas y a pasar un buen rato de Teatro con mayúscula.