domingo, 20 de abril de 2014

CORTO: OBLIDANT A NONOT (catalán, LSC, subtítulos en castellano)

Se trata de una sencilla historia sobre la normalidad de la diferencia. Sin más.

Es un corto de unos 20 minutos que consiste en una serie de escenas cotidianas, sin que ocurran cosas inesperadas, sin un final apoteósico, sin un argumento complejo... es simplemente un pequeño fragmento en la vida de una niña sorda. Su relación con sus padres, con sus educadores, con sus compañeros de escuela, con el mundo.

Al verlo se percibe que en realidad, en su peculiaridad, una niña sorda tiene momentos, sentimientos y relaciones muy parecidos a los de una niña oyente: juega, se enfada, se alegra, aprende, ayuda a sus compañeros, se entristece, quiere saber, ríe, tiene curiosidad... Y por extensión podemos extraer que igualmente cualquier persona sorda puede tener situaciones, emociones y contactos similares a cualquier persona oyente.

Al mismo tiempo, aunque sea sucintamente, el corto también nos permite darnos cuenta de que hay cosas que damos por sentadas como oyentes, pero que para una persona sorda son completamente diferentes, cosas que aunque son muy obvias, no pensamos en ellas.

Así, por ejemplo, en el corto se enfatizan mucho algunos sonidos que para los oyentes son habituales, dándonos así la oportunidad de pensar en cómo sería no oírlos, y sólo saber a qué corresponden o qué ocurre si lo vemos o lo sentimos.

Se nos muestra un pedazo muy pequeño de una vida, sin preocuparse, ni preocupar al espectador, por lo que ha ocurrido antes y ha llevado a la situación actual, ni por lo que ocurrirá después. El final es totalmente abierto. De hecho más que un final es un "y continúa..." donde podemos imaginarnos la vida de la niña, de su madre, de su padre, todo su entorno, y plantearnos cómo será en el futuro.

Todo el corto se plantea desde la más absoluta normalidad. No se muestran los momentos difíciles o complicados por los que seguro que pasa una persona sorda a lo largo de su vida (incluyendo su niñez). No se pretende dar lástima o preocupación o condescendencia..., ni aparecen temas como la marginación o la discriminación. Al contrario, se presenta el lado más positivo, más normalizador de una circunstancia, la sordera, que verdaderamente puede ser normal, si no se interfiere con obstáculos adicionales, si se deja a la persona ser tal cual, con sus problemas y sus alegrías, como nos ocurre a todos.


La historia se basa en 5 personajes principalmente:
- la niña protagonista, interpretada por Diana Ferré.
- la madre, personaje principal, interpretada por Rosó Folqué.
- el padre, que aunque sólo aparece brevemente, está presente en su ausencia en gran parte del corto, interpretado por Enric Lluch.
- la educadora, interpretada por Pepita Cedillo.
- la niña amiga del colegio, interpretada por Laura Galiano.

Todos los actores, adultos y niños, oyentes y sordos, son totalmente creíbles. Su naturalidad está seguramente apoyada, primero por un guión y una dirección que buscan precisamente situaciones habituales, y segundo por la proximidad o identificación de los actores con los personajes (todos actúan en situaciones que para ellos podrían ser o son propias en la vida real, facilitado porque unos actores son sordos y otros son intérpretes de lengua de signos). En todo caso, el realismo que plasman los actores y el director, hace que más que una historia, yo lo vea como un documental, aunque sea de ficción.

Creo que está dirigido particularmente a un público oyente. Al público sordo seguro que le gustará y lo entenderá perfectamente. Sin embargo, creo que tras las imágenes hay cierto ánimo de dar visibilidad y abrir los ojos sobre la incorporación de la realidad sorda en la realidad oyente.

Si no esperas nada y simplemente te dejas llevar, escena a escena, por el día a día de esta niña, por los sonidos, por las imágenes, y si además tienes cierta curiosidad por la comunidad sorda y por eso de la lengua de signos (en este caso lengua de signos catalana, LSC), te recomiendo que veas este corto. Quizás te abra un poco más la mente a otras realidades, o al menos te puede dar qué pensar.

Finalmente, dejo este enlace con comentarios del director, Pablo García, también un vídeo donde Pepita Cedillo nos cuenta su visión del corto, y el corto en sí (sólo cuesta 1,50 dólares para tener acceso 24h, no es un gran importe para apoyar esta iniciativa).


Pepita Cedillo y Oblidant a Nonot. from doblebanda on Vimeo.


"OBLIDANT A NONOT" HQ VOSEspañol from doblebanda on Vimeo.

martes, 15 de abril de 2014

MONÓLOGO "Chicas, Risketos y apuntes pasados a limpio"

En un principio podría pensarse que se trata de un monólogo de Ramón LSD, acompañado por el intérprete de LSC (Lengua de Signos Catalana), Enric Lluch.

Pero no, no es un monólogo. Son dos. Dos monólogos, sí. Uno en castellano para oyentes y otro en lengua de signos para sordos.

Porque aunque Ramón realmente es el generador del espectáculo, Enric es su álter ego; no un mero añadido, ni siquiera un complemento. Es en sí un monólogo paralelo, ya que no traduce simplemente, sino que interpreta en el sentido más amplio de la palabra.

El monólogo trata sobre costumbres de chicos y chicas, de personas oyentes y de personas sordas. Juega mucho con los estereotipos, particularmente con los estereotipos entre sexos.


Quizás los estereotipos son demasiado tópicos y algo extremos/machistas, aunque casualmente entre los amigos que fueron conmigo estaba una amiga que es clavada a lo descrito en el monólogo... ¡prácticamente hasta el último detalle!

No se me hizo largo, pero creo que no perjudicaría reducirlo un poco (o ampliarlo y convertirlo en dos espectáculos relacionados pero independientes).

Durante el monólogo se intercalan algunos chistes, contados en forma de historia, que quizás quedan un poco descolgados o tienen un final previsible; y alguna de las anécdotas que se cuentan no las encontré muy graciosas. Pero en general me reí mucho, mucho, a lo largo del espectáculo, y los dos humoristas-actores lo hacen estupendamente.

Ramón tiene una gran soltura con el monólogo, enlazando una historia con la otra, y haciendo los papeles de chico y de chica. Es muy gracioso en sus descripciones de los distintos roles: chicos / chicas, oyentes / sordos.

Por otra parte Enric no sólo interpreta el texto en lengua de signos, sino que además actúa. Yo estoy aprendiendo LSC y pude reconocer algunos signos aquí y allá, pero la energía que le pone mi tocayo es una actuación en sí misma.

Es curioso percibir cómo la compenetración y el trabajo que hay detrás queda evidente cuando los dos actores empiezan a la vez las historias... Supongo que Enric tiene que estar muy alerta para estar seguro de que Ramón no se salta una parte o la sustituye por otra, de improviso, ya que pocas veces le espera para empezar a interpretar.

Echo de menos más anécdotas sobre sordos, aunque las hay. La gran mayoría de historias se refieren a oyentes, o a cosas que le podrían ocurrir a oyentes y sordos por igual. Es más una contraposición hombre/mujer que oyente/sordo. Las referencias o anécdotas sobre comportamientos propios de personas sordas son puntuales. En todo caso, tanto oyentes como sordos ríen y disfrutan de este espectáculo.

De hecho, es una de las pocas cosas a las que la comunidad sorda puede acceder y que puede disfrutar (sobre todo comparando con la gran oferta dirigida exclusivamente a oyentes).

Si quieres ir a un monólogo en el que, te fijes en Ramón o en Enric, vas a reír y pasar un muy buen rato, y si además sientes curiosidad por ver qué es eso de la lengua de signos, y además enterarte de lo que se está signando (porque lo oyes...), te recomiendo que vayas a ver este monólogo al Llantiol de Barcelona, cualquier primer sábado de mes. Ah, y si eres sordo, ¡también te lo recomiendo!