domingo, 26 de diciembre de 2010

Traducción del artículo de Mary Schmich en el Chicago Tribune

[el artículo en inglés]
[el artículo original en inglés]

Los consejos, como la juventud, probablemente sólo un desperdicio en los jóvenes
Mary Schmich, Chicago Tribune 1997

Dentro de cada adulto acecha un orador de graduación muriendo por salir, algún experto cansado del mundo ansioso por pontificar sobre la vida a jóvenes que preferirían estar patinando. La mayoría de nosotros, por desgracia, nunca seremos invitados a sembrar nuestras palabras de sabiduría entre un público de togas y birretes, pero no hay razón para que no nos podamos entretener confeccionando una Guía de Vida para Graduados.

Animo a cualquier persona mayor de 26 a probar esto y gracias por satisfacer mi intento. Señoras y Señores de la clase del '97:

Usad protector solar.

Si pudiera ofreceros sólo un consejo para el futuro, éste sería el protector solar. Los beneficios a largo plazo del protector solar han sido probados por los científicos, mientras que el resto de mis consejos no tienen ninguna base más fiable que mi propia vaga experiencia. Voy a dispensar mis consejos ahora.

Disfrutad del poder y la belleza de vuestra juventud. Oh, no importa. No entenderéis el poder y la belleza de vuestra juventud hasta que se hayan marchitado [desvanecido]. Pero confiad en mí, dentro de 20 años, miraréis de nuevo vuestras fotos y recordaréis en cierta forma que no podéis comprender ahora, cuántas posibilidades estaban ante vosotros y el fabuloso aspecto que realmente teníais. No estáis tan gordos como os imagináis.

No os preocupéis por el futuro. O preocupaos, pero sabed que preocuparse es tan efectivo como intentar resolver una ecuación de álgebra masticando chicle. Los verdaderos problemas en tu vida tienden a ser las cosas que nunca se cruzaron por tu mente preocupada, de esos que te pillan por sorpresa a las 4 de la tarde de un martes cualquiera.

Haced una cosa cada día que os asusta.

Cantad.

No seáis imprudentes con el corazón de otras personas. No toleréis a la gente que es imprudente con el vuestro.

Usad hilo dental.

No perdáis vuestro tiempo con la envidia. A veces estás delante, a veces estás detrás. La carrera es larga y, al final, es sólo contigo mismo.

Recordad los cumplidos que recibís. Olvidad los insultos. Si conseguís hacerlo, decidme cómo.

Quedaos las viejas cartas de amor. Tirad los viejos extractos del banco.

Estiraos.

No os sintáis culpables si no sabéis lo que queréis hacer con vuestra vida. Las personas más interesantes que conozco no sabían a los 22 años lo que querían hacer con su vida. Algunos de los más interesantes de 40 años que conozco todavía no lo saben.

Tomad mucho calcio. Sed amables con vuestras rodillas. Las echaréis de menos cuando se hayan ido.

Tal vez os casaréis, tal vez no. Tal vez tendréis hijos, tal vez no. Tal vez os divorciaréis a los 40, tal vez bailaréis el baile de los pajaritos en vuestro 75 aniversario de boda. Hagáis lo que hagáis, no os felicitéis demasiado, ni os reprendáis tampoco. Vuestras elecciones [decisiones] son la mitad de las posibilidades. Como lo son las de todos los demás.

Disfrutad de vuestro cuerpo. Usadlo de todas las formas que podáis. No tengáis miedo de él o de lo que otras personas piensan de él. Es el instrumento más estupendo que jamás poseeréis.

Bailad, incluso si no tenéis donde hacerlo más que en vuestra propia sala de estar.

Leed las instrucciones, aunque no las sigáis.

No leáis revistas de belleza. Sólo os harán sentir feos.

Conoced a vuestros padres. Nunca se sabe cuándo se habrán ido para siempre. Sed buenos con vuestros hermanos. Son el mejor vínculo con vuestro pasado y las personas que más probablemente permanecerán con vosotros en el futuro.

Entended que los amigos vienen y van, pero deberíais aferraros a un precioso puñado de ellos. Trabajad duro para salvar las distancias geográficas y de estilo de vida, porque cuanto mayor te haces, más necesitarás a las personas que te conocieron cuando eras joven.

Vivid en Nueva York una vez, pero iros antes de que os endurezca. Vivid en el Norte de California una vez, pero iros antes de que os ablande. Viajad.

Aceptad ciertas verdades inalienables. Los precios subirán. Los políticos serán mujeriegos. Vosotros también envejeceréis. Y cuando lo hagáis, fantasearéis que cuando erais jóvenes los precios eran razonables, los políticos eran nobles y los niños respetaban a sus mayores.

Respetad a vuestros mayores.

No esperéis que nadie os ayude. Tal vez tengáis un fondo de ahorro [fiduciario, fideicomisario]. Tal vez tendréis un cónyuge rico. Pero nunca se sabe cuándo cualquiera de los dos se puede acabar.

No enredéis demasiado con vuestro pelo o para cuando tengáis 40 años parecerá de 85.

Tened cuidado con de quién aceptáis [os tragáis] consejos, pero tened paciencia con quienes los proporcionan. Los consejos son una forma de nostalgia. Dispensarlos es una forma de pescar el pasado de los residuos, limpiarlo, pintar las partes feas y reciclarlo por más de lo que vale.

Pero confiad en mí en lo del protector solar.

Artículo de Mary Schmich en el Chicago Tribune

[el artículo original]
[traducción del artículo al castellano]

Advice, like youth, probably just wasted on the young
Mary Schmich, Chicago Tribune 1997

Inside every adult lurks a graduation speaker dying to get out, some world-weary pundit eager to pontificate on life to young people who'd rather be rollerblading. Most of us, alas, will never be invited to sow our words of wisdom among an audience of caps and gowns, but there's no reason we can't entertain ourselves by composing a Guide to Life for Graduates.

I encourage anyone over 26 to try this and thank you for indulging my attempt. Ladies and gentlemen of the class of '97:

Wear sunscreen.

If I could offer you only one tip for the future, sunscreen would be it. The long-term benefits of sunscreen have been proved by scientists, whereas the rest of my advice has no basis more reliable than my own meandering experience. I will dispense this advice now.

Enjoy the power and beauty of your youth. Oh, never mind. You will not understand the power and beauty of your youth until they've faded. But trust me, in 20 years, you'll look back at photos of yourself and recall in a way you can't grasp now how much possibility lay before you and how fabulous you really looked. You are not as fat as you imagine.

Don't worry about the future. Or worry, but know that worrying is as effective as trying to solve an algebra equation by chewing bubble gum. The real troubles in your life are apt to be things that never crossed your worried mind, the kind that blindside you at 4 p.m. on some idle Tuesday.

Do one thing every day that scares you.

Sing.

Don't be reckless with other people's hearts. Don't put up with people who are reckless with yours.

Floss.

Don't waste your time on jealousy. Sometimes you're ahead, sometimes you're behind. The race is long and, in the end, it's only with yourself.

Remember compliments you receive. Forget the insults. If you succeed in doing this, tell me how.

Keep your old love letters. Throw away your old bank statements.

Stretch.

Don't feel guilty if you don't know what you want to do with your life. The most interesting people I know didn't know at 22 what they wanted to do with their lives. Some of the most interesting 40-year-olds I know still don't.

Get plenty of calcium. Be kind to your knees. You'll miss them when they're gone.

Maybe you'll marry, maybe you won't. Maybe you'll have children, maybe you won't. Maybe you'll divorce at 40, maybe you'll dance the funky chicken on your 75th wedding anniversary. Whatever you do, don't congratulate yourself too much, or berate yourself either. Your choices are half chance. So are everybody else's.

Enjoy your body. Use it every way you can. Don't be afraid of it or of what other people think of it. It's the greatest instrument you'll ever own.

Dance, even if you have nowhere to do it but your living room.

Read the directions, even if you don't follow them.

Do not read beauty magazines. They will only make you feel ugly.

Get to know your parents. You never know when they'll be gone for good. Be nice to your siblings. They're your best link to your past and the people most likely to stick with you in the future.

Understand that friends come and go, but with a precious few you should hold on. Work hard to bridge the gaps in geography and lifestyle, because the older you get, the more you need the people who knew you when you were young.

Live in New York City once, but leave before it makes you hard. Live in Northern California once, but leave before it makes you soft. Travel.

Accept certain inalienable truths: Prices will rise. Politicians will philander. You, too, will get old. And when you do, you'll fantasize that when you were young, prices were reasonable, politicians were noble and children respected their elders.

Respect your elders.

Don't expect anyone else to support you. Maybe you have a trust fund. Maybe you'll have a wealthy spouse. But you never know when either one might run out.

Don't mess too much with your hair or by the time you're 40 it will look 85.

Be careful whose advice you buy, but be patient with those who supply it. Advice is a form of nostalgia. Dispensing it is a way of fishing the past from the disposal, wiping it off, painting over the ugly parts and recycling it for more than it's worth.

But trust me on the sunscreen.

viernes, 24 de diciembre de 2010

Everybody's Free (To Wear Sunscreen)

El Año Nuevo es un momento especial para mí. Más que Navidad. Mucho más. De hecho, creo que nunca he sentido ningún afecto especial por la Navidad...

La cosa es que el "ambiente navideño" no lo encuentro mal como concepto... tener una actitud feliz, sonreír a todo el mundo, pensar en los demás, dar regalos, estar en familia y/o con amigos, ser solidario, desear felicidad... Estaría muy bien que no fuese sólo (o especialmente) en el periodo navideño, pero bueno... al menos algo es algo...

Lo que no me gusta es la "otra cara" de la celebración... comprar regalos "por que toca", comer y comer y comer, que te deseen "Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo" gente con la que apenas has hablado (si es que has hablado) el resto del año... ¿Tiene mucho sentido?

¿Y celebrar el nacimiento de Jesús... que ni siquiera se sabe cuándo nació realmente (si es que existió)? ¿Pues por qué no celebrar el nacimiento de Fleming, de Gandhi, de Martin Luther King, de la Madre Teresa, de Nelson Mandela, de Buda, de Henri Durant (fundador de la Cruz Roja Internacional), de Lao-Tsé (fundador del Taoísmo), de Newton, de Sócrates, de Einstein, de Confucio, ... o de muchos más que han hecho grandes aportaciones a la Humanidad, de una forma u otra?

Yo no soy muy religioso que digamos (desde luego no me considero católico, aunque inevitablemente es la religión que más influencia tiene en mí culturalmente, que no en mis creencias); más bien agnóstico, quizás "espiritual"... Total, que sí que creo que Jesús, si es que existió, o al menos algunos de los mensajes que se le atribuyen, son muy válidos e inspiradores. Como los del Budismo, por ejemplo. Pero de ahí a celebrar su nacimiento, con toda la parafernalia que la Iglesia le da a ese personaje... Y además no es muy coherente celebrar sentidamente una festividad eminentemente eclesiástica (de hecho la más importante), cuando esa misma Iglesia me tacha de "inmoral", "pecador", "antinatural", "peligroso", "aberrante"... entre otras cosas, por atraerme las personas de mi mismo sexo sin haberlo podido siquiera elegir.

Por eso, en estas fechas, siempre he disfrutado más el Fin de Año y el Año Nuevo. Para mí es un momento de cierta reflexión, de "buenos propósitos" (que yo prefiero llamar "objetivos" o "metas"), el cierre de un ciclo y el comienzo de otro lleno de posibilidades y oportunidades, de retos, de decisiones que tomar, de gente que conocer, de situaciones que vivir, de cosas que aprender...

Y por estas fechas (o sea, Año Nuevo), hace unos años que recuerdo en un texto que calló en mis manos (de hecho en forma de vídeo), que me parece muy inspirado, e inspirador. Es una columna escrita por Mary Schmich en el Chicago Tribune en 1997, que fue convertida en tema musical con su correspondiente vídeo (en dos versiones), llamada "Everybody's Free (To Wear Sunscreen)". Aquí está el artículo original. Aquí el articulo traducido.

En fin... Felices Fiestas o, como dice mi amigo Carlos (el suizo), felices Saturnalia ("Saturnales", fiestas romanas en honor a Saturno, Dios de la agricultura) y Natalis Solis Invicti ("Nacimiento del Sol invicto", fiesta romana asociada al nacimiento de Apolo), y sobretodo ¡FELIZ AÑO NUEVO!

sábado, 18 de diciembre de 2010

lunes, 1 de noviembre de 2010

LOS OJOS DE JULIA

Sí, empieza muy bien... sí, salté en el asiento varias veces... sí, tiene escenas interesantes (algunas recuerdan al maestro Hitchcock... o a "El Silencio de los Corderos"... entre otras)... y sí, me esperaba algo mejor... así que no, no la recomiendo.


domingo, 26 de septiembre de 2010

The Butch Factor

Muy interesante... "With the gay men, masculinity is a feature that they actually think about more often than straight men, because straight men are just basically following a line".


domingo, 29 de agosto de 2010

¿Y qué?, ¡ah!

Siete mudanzas. Bueno, sin contar las dos que no recuerdo (de la clínica a la primera vivienda, y de ahí a la segunda a los 4 años). Barcelona (28 años), Leiden (6 años), Voorburg (3 meses), Corbera de Llobregat (2 años y medio), Gualba (1 año y medio) y Terrassa (3 semanas y sumando...). ¡Y a saber adónde más iré!




Es curioso cómo me he "acostumbrado" a cambiar de lugar, crear un nuevo hogar, asentarme en una nueva población... y sin embargo no desaparece ese sentimiento de (llamémosle) inquietud por empezar de nuevo, por dejar la (supuesta) estabilidad anterior, conocida y asentada, y mirar a los ojos a una nueva etapa, donde todo es nuevo, donde te tienes que acostumbrar a todo, donde todo es al menos en cierta forma desconocido. Vivir solo de nuevo, sentirme solo en algunos momentos, no depender de nadie ni nadie que dependa de ti.




Y sin embargo esa inquietud en un lado de la moneda, tiene en el reverso el entusiasmo de empezar una nueva historia, de empezar a escribir nuevas páginas, y "a ver qué sale". Intentar conocer nueva gente con quien tomar algo en esta nueva ciudad, descubrir los rincones que (espero) esconda, y rehacer mi vida desde "casi cero" de nuevo, ¡esperando que los errores cometidos no se repitan!



En todo caso, aquí estoy, en mi nuevo piso, aún con alguna caja por vaciar y con los muebles esperando a que me familiarice con ellos, me acostumbre a verlos día tras día, y los imcorpore a mi "sensación de hogar".


Y sí... lo confieso... prácticamente todos los muebles son de IKEA... como en todos mis anteriores pisos. Gerdy. gerdy, gerdy, gerdy, gerdy, gerdy............. gerdy [para los profanos: Catherine Tate's Show... the translator... seguro que lo pongo en otro post en breve...]

domingo, 18 de abril de 2010

Desahogo de un viaje cenizo

Pues sí, ha sido un viaje cenizo... o mejor dicho, un fin de semana cenizo, porque viaje, lo que se dice viaje, no ha habido.

Teníamos previsto un viajecito de fin de semana (viernes 16 noche hasta lunes 19 noche) a Londres para visitar a James, un amigo que además es actor cómico, y de paso ver a otros amigos británicos y visitar Londres. Todo empezó porque James nos dijo que tenía su debut en el local londinense "Pizza on the Park", donde además de comer (pizza, supongo) la velada se ameniza con una actuación musical, y nos dijo si podíamos ir a verle. James hace mucho que actúa, pero parece que ese local es conocido como lugar de lanzamiento de artistas al estrellato... Así que igual pronto "James Haslam" empieza a aparecer masivamente en YouTube y en Google...


Eyjafjallajökull. Algo así dije cuando me enteré de que el vuelo se había cancelado. Aunque en realidad es el nombre de uno de los glaciares más pequeños de Islandia, que resulta que alberga un volcán... un volcán al que se le ha antojado escupir ceniza JUSTO este fin de semana... no hay fines de semana en el año, no... ¡52 semanas al año!, ¡con sus respectivos fines de semana!


Para una vez que Josep y yo nos proponemos hacer un viajecito (hasta ahora el único que hemos hecho ha sido... a Tarragona), y además con todo ya listo: reservas de vuelos, entradas para la actuación de James, cita con los otros amigos, mapa de Londres y libras esterlinas... para una vez que vamos a viajar de verdad desde que nos conocemos... ¡¡¡Eyjafjallajökull!!!


Y es que parece que el destino, o el karma, o lo que sea, ya me avisaba cuando el miércoles, dos días antes de salir, me llama mi padre y me dice que tengo una multa (aún llega algo de correo mío a su casa)... Vamos bien... Una multa de 100 €, más recargo por no pagar en plazo de pago voluntario, que no sé de qué es porque no me ha llegado ninguna notificación de multa... Lo dicho, vamos bien...

Mi padre se resistía a escanearme los papeles y enviármelos por correo electrónico (todo eso aún se le hace un mundo), así que me tocaba ir el jueves a buscar los papeles de la Agencia Tributaria para pagar la multa antes del día 20 (recordemos que el viaje era del 16 al 19) y que no me cargasen un 10% más además del pequeño detalle de embargarme mis bienes (¿bienes?, ¿qué bienes?). Y otro dato: resulta que el jueves tenía que ir a la oficina de "la Caixa" en Breda a buscar las libras esterlinas que me reservaban... (ya que por la tarde, para ir después del trabajo, sólo abren los jueves, hasta las 19:45h...).

Total, que el jueves salgo del trabajo media hora antes (17:30h), en Sant Cugat del Vallès, y voy para Corbera de Llobregat a buscar los dichosos papeles, con la consiguiente cola de los tres jod... perdón... los tres dichosos semáforos de la Palma de Cervelló, además de otra cola adicional porque estaban asfaltando la carretera (¡¿es que no podían hacerlo antes o después de que pasase yo?!). Llego, saludo, cojo la carta, y mi madre me dice algo así como "Oye, que han dicho en las noticias que se han anulado los vuelos porque... ¿cómo era?... porque... bueno, que ha habido una erupción de un volcán en Islandia y que ha soltado muchas cenizas y que no se puede volar por todos esos sitios..."... "!¿!¿!¿!¿!¿!CÓMOOOOOOO?!?!?!?!?!?!?!" (me dije a mí mismo)... "Bueno, ya lo miraré y llamaré a la compañía aérea" (le dije a mi madre). Besos y adiós.

De bajada no hubo cola (¡menos mal!), 18:30h aprox., (bien, bien, me da tiempo), llego a la AP-2, y... ¡caravana! AP-7, más fluida... peaje... Sant Celoni, 19:30h (va, que llego a tiempo)... obras en la carretera... ¡me paso de la salida hacia Breda! (¡buenooooooooo!). Finalmente llego a Breda (¡y a ver dónde aparco el coche ahora!), encuentro un aparcamiento de un hostal frente a "la Caixa", dejo el coche, corro a la oficina, y... acaban de cerrar. Miro a la chica con cara inquisitiva de pena, y ella me mira también con cara de pena y cruzando las manos con las palmas hacia abajo (o sea... "que ta chapao y vuelva usted mañana"). Dudo, no sé qué hacer... me voy al cajero a intentar pagar la multa... vuelvo a la puerta por si acaso, y la chica está hablando con sus compañeros... me vuelvo al cajero... y aparece la chica como un ángel redentor que me dice "¿Necesitabas algo?"... Le cuento, me deja entrar y todos muy amables, pago la multa y me dan las libras. ¡Misión cumplida!... Sí... ¡y un churro!


En fin...

miércoles, 7 de abril de 2010

Eurovals

Cursi. Tan cursi como una letra llena de diminutivos, hasta en el título... y con música de vals. Algo pequeñito, algo chiquitito... algo muy bonito... la canción que representa a España en el Festival de Eurovisión 2010.

El cantante, Daniel Diges, es actor de musicales... y realmente se le ve muy teatrero en los vídeos. Teatrero, pero simpático. Y ahora me doy cuenta, al ojear su biografía, de que lo ví en vivo y en directo en octubre de 2008 cuando estuve en Madrid, en el Teatro Lope de Vega de la Gran Vía... (pero eso es parte de otra historia).

Bueno, pues ahí vamos, a Oslo, con el célebre "güayominí... di pua". Y este año recuperamos el más puro estilo eurovisivo de cuando yo era pequeño. O pequeñito. Una canción sencilla, y pegadiza, que empieza suavemente y va in crescendo hasta llegar a esa última nota cantada con un buen chorro de voz. Una canción que, para variar, permite apreciar y valorar las aptitudes del cantante... como cantante. Y no sus "otras" aptitudes. No sólo su vestimenta, cómo se mueve, su escenografía o los acompañantes, sino básicamente su voz y cómo interpreta la canción.



Joven (29 años), guapetón... y además con buena voz. Y para variar no va interpretando la canción en plan "tío bueno, cachas, seductor, que enseña bazos, pectorales y abdominales en todas la ocasiones que pilla, con pantalón ajustado que marca culo y paquete, y tal vez así no se fijen mucho en la voz", como suele pasar... Va completamente vestido, y con esa cabellera de rizos, casi en plan bohemio. Aunque a ver cómo queda la cosa el día del evento...

No ganamos desde el "La, la, la..." de Massiel en 1968 y el "Vivo cantando" (¡hey!) de Salomé en 1969. Y es que con el consabido "vecinismo" parece que siempre vayan a ganar los mismos... o sus vecinos. ¡O quizás este año ricitos de oro consiga la victoria!

Creo que es una lástima que "los europeos" (como si nosotros no lo fuésemos) no entiendan la letra, y como mucho se queden con el sonido, que seguro encuentran "divertido" y "muy español/latino/exótico", que se repite como "gancho" durante la canción: algopekenito-algotchikitito...

Pero si nos fijamos, la letra habla de algo mucho más profundo de lo que el sonido circense nos hace creer. Habla de una relación, de una pareja. Habla de lo importantes que son los detalles, como "una caricia, un beso dulce y un perdón", como "un gesto tierno, una mirada, un abrazo, una flor", como "un simple te quiero con dulzura, con cariño y con pasión"... detalles que mantienen viva la relación, la refrescan y la renuevan. Habla de cómo la falta de esos detalles puede hacer que la relación se desvanezca. Como la falta de comunicación. Y en el fondo es una canción de esperanza y de gozo, en el circo del amor.

Así que (haciendo un chiste fácil): "resto de participantes eurovisivos, ¡OS-LO vamos a poner difícil!".

domingo, 4 de abril de 2010

El armario.

Bien. Ricky Martin ha salido del armario. Muy bien. A pesar de lo que se diga, y se dice, y sea verdad o no lo que se diga, y se dice, salir del armario es, sigue siendo, un acto de valentía, honestidad y coherencia personal... también en el caso de mi tocayo (Enrique Martín). Ojalá sea Ricky un ejemplo más para que TODOS los gays, lesbianas, bisexuales y transexuales del mundo hagan lo mismo... aunque desgraciadamente en muchos lugares de este mundo salir del armario es más un acto de suicidio que de exteriorización de un aspecto de la identidad personal...



Así que aquí dejo suelta en la red mi enhorabuena a Ricky por dar este paso y mi agradecimiento por convertirse en un ejemplo público más.

Dicho esto, mi pregunta es: ¿qué demonios tiene eso de noticia? ¿Es que acaso es noticia que un famoso acepte públicamente que no le gusta el chocolate pero que le encanta la nata? ¿O que en realidad nunca le ha gustado el fútbol y que le vuelve loco el puenting? ¿O que como mascota no le gustan los perros ni los gatos sino los hurones? ¿O que odia ponerse slips y siempre usa boxers? ¿O que el arte abstracto no le dice nada, pero le encanta contemplar obras de arte figurativo?... ¿No son todo al fin y al cabo preferencias personales?

Por otra parte tampoco es la única ni la primera persona que sale del armario... sin ir más lejos, yo mismo salí antes que él... claro que ni lo colgué en mi página web... ni era (ni soy) un personaje público y famoso... ni se enteró casi literalmente todo el mundo de que yo era (y soy) homosexual. La pequeña diferencia es que cuando un famoso dice abiertamente que es homosexual y sale a la calle, es consciente de que probablemente todas las personas alrededor suyo lo saben incluidos/as sus fans.

En cualquier caso, aún no ha llegado el día en que haya tantos famosos fuera del armario (y ya hay unos cuantos) que esto deje de ser noticia... supongo que será para entonces cuando tampoco se le dará mucha importancia a la homosexualidad de los no-famosos (que dicho sea de paso, creo que también podemos aportar nuestro granito de arena).

Volviendo a Ricky, en su anuncio público dice "acepto mi homosexualidad como un regalo que me da la vida". Hombre, tanto como un regalo... quizá no... ¿o sí?

Para mí es tentador pensar que una hipotética vida como heterosexual, donde todo sería, en general, mucho más fácil. Sin embargo, si hubiese sido heterosexual, no sólo sería diferente ese aspecto de mi vida... y no necesariamente habría sido todo mejor (aunque probablemente sí más sencillo). ¿Sería yo más feliz si hubiese nacido heterosexual? Pues no sé... creo que hay montones de heterosexuales infelices...

Quizás no lo considero como un regalo, como tampoco considero específicamente como un regalo el tener los ojos castaños, el pelo (que me queda) rizado y castaño, los pies grandes, memoria fotográfica o manos hábiles... ¡o mi sonrisa encantadora! Ni que me encante el queso, viajar, o bailar. No creo que sea ni bueno ni malo, es una más de las características que suman quien soy.

Como decía, quizás no lo considero un regalo, pero sí que creo que es algo que me ha enriquecido como persona. Mi "teoría" es que los homosexuales tienen, perdón, tenemos que superar un proceso de auto-aceptación que a los heterosexuales no se tienen ni que plantear y ni siquiera se les pasa por la cabeza... en el caso de un chico: "¿soy heterosexual?", "¿por qué me gustan las chicas?", "¿aceptarán mis padres, mi familia, y mis amigos que no me atraen los chicos?", "la gente usa la palabra 'hetero' para ofender o insultar", "la gente me mira mal cuando beso a mi novia en la calle o incluso cuando nos cogemos de la mano", "en el gimnasio me muero por mirar a las chicas, pero mis colegas se meten con los chicos que miran a chicas", "¿tendré problemas en el trabajo si digo que soy heterosexual?", "¿me marginarán por ello?", "en algunos lugares matan a la gente sólo por ser heterosexual"...

Bueno, pues yo creo que ese proceso nos da una experiencia y auto-consciencia adicionales... durante el proceso tenemos la posibilidad de conocernos mejor a nosotros mismos, aprendemos más sobre quienes somos y como somos, y quizás sobre las personas en general, la vida... quizás incluso, como "minoría", eso nos libera de algunos otros estereotipos y presiones sociales...

Tenemos que pensar expresamente en un aspecto de nuestra persona, de quienes somos, y ponerlo en duda, asumirlo, aceptarlo (en el mejor de los casos) y además explicitarlo con los demás, o bien como alternativa ocultarlo o mentir sobre ello, negando o "ignorando" algo tan importante de lo que somos: la parte afectiva y sexual.

Es un proceso de consciencia y de aceptación que no creo que se pueda comparar con ningún otro proceso personal que pueda pasar un heterosexual.

En cualquier caso... ¿cantará ahora Ricky sobre sus amores y desamores con chicos? Estaría bien...

sábado, 20 de marzo de 2010

Diario de una nevada.

Me levanto para ir al trabajo, y a través de la balconera Josep y yo vemos los coches blancos... "¡Hala, está todo nevado!". No es mucha nieve, y no nieva, pero son las primeras nieves del invierno en Gualba. Es 8 de Marzo de 2010...

Cojo el coche y me voy para el trabajo (en Sant Cugat del Vallès). Temo que las rampas de las dos salidas de la urbanización estén congeladas, pero no, el asfalto está completamente limpio de nieve... ¡bien! Salgo sin problemas y ningún incidente en todo el camino. Cuando me voy acercando al trabajo, empieza a nevar... toda la zona tiene ya un buen grueso de nieve.

Entro en el edificio (tras hacer algunas fotos con el móvil, maravillado por el paisaje nevado), y claro... el tema del día en cada rincón: la nevada. Me siento de cara al ventanal y veo como a medida que avanza la mañana cada vez nieva más y el grueso de nieve sobre la superficie ya blanca, aumenta...

Sobre las 11h llega un correo electrónico de la empresa: "Debido a las condiciones climatológicas extraordinarias de hoy, los departamentos de Seguridad y Prevención de Riesgos recomiendan a todos los trabajadores del centro (...) que se vayan no más tarde de las 4 de la tarde. De acuerdo con el centro de previsión meteorológica local, la nieve continuará cayendo durante el resto del día y la temperatura bajará considerablemente con el consecuente riesgo de heladas."... Bueno, esto parece que realmente va en serio.

Poco a poco la gente va dejando el edificio, hasta que sobre las 15h, tras recibir el mensaje "El departamento de Seguridad acaba de recibir un nuevo parte meteorológico en el que informan que la nevada se va intensificar el resto de la tarde y que durará hasta la madrugada. Por tanto se recomienda una salida escalonada del site para evitar congestiones más tarde.", mi jefe, que está enfermo en casa pero conectado al servidor de la empresa, me manda un mensaje que no deja lugar a dudas: "Marchaos ya. YA = YA".

Aviso a mis compañeros, y sobre las 15:10h salgo del edificio y cojo el coche. Hay bastante tráfico pero voy avanzando sin muchos problemas por la AP-7 en dirección a casa. A medida que me acerco a Granollers, el tráfico se intensifica. Hasta que queda toda la autopista parada, poco antes de la salida hacia la C-17. Tengo puesta la emisora "Catalunya Informació", que va repitiendo el rosario de carreteras cortadas, carreteras donde se necesitan cadenas, carreteras donde no se permite tráfico de gran tonelaje... Entre ellas (más de 170 en total, según afirman en la emisora), "mi" AP-7... donde, unas salidas más adelante, están dirigiendo a todos los camiones fuera de la autopista, ya que se prohíbe su circulación hacia Francia por la nevada. Eso provoca el parón en el que me encuentro. A eso se suma que un cable de alta tensión ha caído en la autopista... Bien, vamos sumando...

Entre tanto, le mando un mensaje a Josep, que tiene que regresar en tren, y le digo que salga ya, que los trenes (según el mantra radiofónico) también tienen problemas, sobre todo hacia el Norte...

La salida a la C-17 está igual de parada, pero decido "aventurarme" y tomar la salida (bueno, poooooooco a poooooooooco dirigirme hacia la salida...).

Josep me dice que está en la estación y que no hay signos de que vayan a pasar trenes hacia casa...  Se me está acabando la batería. Apago el móvil, por si hay alguna urgencia...

Unas horas más tarde, llego a Granollers... y casi no me queda gasolina... ¡uf! Sé que hay una a la salida de Granollers, pero llevo mucho tiempo casi sin moverme, y quedan unos... ¡2 km!, así que busco en el GPS la gasolinera más cercana (¡gracias GPS!) y con gran dolor dejo la cola, vuelvo hacia atrás, lleno el depósito, y me reincorporo a la cola... unos 500 metros antes. Unas horas y unos 1,5 km más tarde, aparecen unos Mossos d'Esquadra, un "mosso" y una "mossa", y él me indica muy amablemente que para ir hacia Sant Celoni puedo seguir por allí, pero que me recomienda tomar la salida, volver hacia Granollers y tomar otra ruta, ya que más adelante hay placas de hielo... Bueno, pues salgo, encuentro otra ruta, que enlaza con la que iba a tomar, pero unos kms más adelante. Seguimos con retenciones y alguna pequeña placa de hielo, pero en seguida, en cuanto tomo la C-60, la cosa se va aclarando y me quedo prácticamente solo en la carretera. ¡Vaya, qué sensación, esto de ir a más de 0,2 km por hora!

En cuando me acerco a Sant Celoni, la nieve desaparece de los laterales de la carretera... ¿habrá un microclima, han puesto mucha sal por todas partes, o es que casualmente no ha nevado mucho en esta zona (y sólo en esta zona, a juzgar por lo que la radio repite una y otra vez, y yo he visto durante todo el camino)? Aún así, estoy casi seguro de que llegaré a la entrada de la urbanización y me toparé con una rampa congelada que me obligará a dejar el coche y llegar andando a casa... ¡pero no! Subo la rampa (ni gota de nieve a la vista) y... ¡oh-oh!... me encuentro con una urbanización totalmente a oscuras...

Llego a casa, y veo que el coche de Josep está allí (¡menos mal!). Miro el reloj y son... las 00:30h... Después de casi 9,5 horas y media al volante (equivalente a conducir de Barcelona a Cáceres, París, Lugo, Milán o Málaga), con sólo una "parada" (sin contar el resto de "parones") para poner gasolina y hacer un pis, estoy agotado y ya sin ni siquiera ganas de ponerme a cenar...

Por suerte a la mañana siguiente ya ha regresado la electricidad, y puedo disfrutar de un soleado día de nieve de camino al trabajo y del trabajo a casa, sin incidentes... ¡pero con mucho frrrrrrrrrrrrío!

La anécdota me hace pensar en aquella vez que me quedé "encerrado" en la estación de Utrecht (Países Bajos) desde las 14h hasta las 21:30h por el fortísimo viento que azotó a centro-Europa, llegando a casa sobre las 23h... pero esa es otra historia.