jueves, 17 de junio de 2021

TEATRO: Boira a les Orelles (El Maldà)

Cuando vi el título de esta obra de teatro, en alguna red social, me llamó la atención (¡claro!).


Leí un poco más de la trama, y... ¡me llamó aún más la atención! Dice así:
BOIRA A LES ORELLES. L’Enric neix l’any 1984 a Barcelona. No és fins als 5 anys que es confirma que té sordesa profunda. Els seus pares, músics, aposten per la llengua parlada, enlloc de la llengua de signes. A partir d’aquí comença el seu aprenentatge a través de la logopèdia, l’escola, la música i el mateix entorn familiar. Estudia la carrera d’arquitectura i el fet de pertànyer a la companyia Els Pirates Teatre defineix el seu camí cap a l’escenografia.
5 palabras que la obra tiene en común conmigo, y una por la que estoy interesado (la lengua de signos, y por extensión la comunidad sorda).

El resto de la descripción me pareció muy interesante:
A través d’aquesta experiència viscuda en primera persona, Els Pirates presenten un nou espectacle de creació col·lectiva, que parla de l’acceptació, la convivència, els prejudicis i el desconeixement profund que tenim de les diversitats funcionals.
Pues nada, ¡había que verla! La hacían en El Maldà, en Barcelona, una pequeña sala de teatro.

Fui uno de los días en los que la actuación era con intérpretes de lengua de signos catalana (LSC).


Me sorprendió mucho cómo se presenta la obra. Me esperaba una actuación teatral "habitual", con sus personajes, representando la vida del protagonista, sus experiencias y sus situaciones.

Y en realidad se trata más bien de "teatro-documental". Sí que se actúa (y mucho), y sí que se expone la vida del protagonista, pero de una forma diferente, original, y muy sorprendente. La obra te mete dentro de la vida del protagonista, y a la vez hace, de una forma muy hábil y directa, que la historia sea casi una "excusa" para exponer problemáticas y situaciones que fácilmente puedes extender y aplicar a otras personas y situaciones similares, incluso a la vida cotidiana y en otros contextos.


La obra empieza con 3 personajes en escena, y sus correspondientes intérpretes. Ese primer instante te desconcierta un poco (o bastante), pero ya marca el tono de la obra.

En realidad hay un cuarto personaje, el verdadero protagonista de la historia, Enric, que está presente a lo largo de la obra, de diversas formas: en las conversaciones de los 3 actores, en proyecciones de vídeos de su infancia, en proyecciones de entrevistas sobre sus experiencias, en las explicaciones de sus circunstancias...

Pero en mi caso no fueron 3 + 1 actores, sino que fueron 6 + 1, ya que los intérpretes de LSC no eran únicamente intérpretes, sino que casi siempre actuaban como verdaderos actores.

Además de una escenografía muy sencilla, pero muy efectiva, disfruté de una muy buena interpretación de los actores (de Els Pitates Teatre), que te llevan de un ámbito a otro, de una escena a otra, y camaleónicamente van tomando diferentes papeles.

No sólo se explica una historia, la de Enric, también se trata de una crítica (constructiva y necesaria) sobre los prejuicios, la dificultad social de integrar y "normalizar" la diferencia, y además es una "lección" de lo que es y no es la sordera, y de lo que es y no es una persona sorda. Y de que hay muchos tipos de personas sordas. Como de personas oyentes.

Es una obra muy completa, en el sentido que concentra dosis de varias categorías escénicas y audiovisuales: teatro, música, coreografía, dialogo, monólogo, entrevista, documental, canto, vídeo... mezclando además estilos más "clásicos" con otros más "contemporáneos".

En el caso de las funciones accesibles, también se añadía la potencia visual que da la lengua de signos.

Y todo con mucho humor, un humor didáctico y lleno de profundidad.

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