viernes, 1 de agosto de 2014

NEVARES


Una gran producción en un gran escenario.


Es una adaptación en concierto del musical "Nevares" escrito por Ignasi Roda, que se basa en un cuento de Pere Calders llamado "Aquí descansa Nevares".

La música estuvo interpretada por la Orquesta Sinfónica de Sant Cugat del Vallès, y fue cantado por un coro mixto de unas 15-20 personas, además de los solistas Mone Teruel, Txell Sust, Laia Piró, Toni Viñals, Marc Pujol, y Ferran Frauca, con el narrador y solista Xavier Ribera-Vall. Menciono también la colaboración de mi compañero de coro, el gran pianista Josep Antón García.

El argumento se basa en la historia de los habitantes de un barrio de barracas y barro a las afueras de la Ciudad de México, que sufren unas pésimas condiciones debido a los desastres traídos por las recurrentes lluvias y la nula atención prestada por el ayuntamiento de la ciudad para mejorar la situación, y en la aparición de un líder, Lalo Nevares, que quiere trasladar a toda la gente de ese barrio a un cementerio para vivir en los mausoleos de los difuntos de la gente acomodada. El mensaje del derecho a tener una vivienda digna se expresa a lo largo de toda la historia; mensaje que se puede trasladar a diferentes lugares y momentos fácilmente.

La interpretación fue excelente tanto por parte de la orquesta como por parte del coro y los 7 solistas. Una música muy rica y unas voces que saben transmitir el sentimiento de cada momento a lo largo de la obra.


En varios momentos la melodía nos sorprende al variar de estilos. Algunos pasajes están llenos de emoción y tienen muchísima fuerza. Mientras que otros se prolongan quizás demasiado, quitándole dinamismo a la obra.

La incorporación de un narrador, en intervenciones aparentemente aleatorias, ayuda a seguir el desarrollo de la historia.

Si bien hay una progresión creciente a lo largo de la obra, con varias canciones apoteósicas en diferentes puntos, eché de menos un final más marcado, más impactante.

Por desgracia en la vertiente técnica el sonido tuvo varios fallos, dejando algunos de los solistas sin amplificación en varios momentos, o no compensando las voces con algunos de los fortissimo de la orquesta, quedando así la voz eclipsada por la melodía.

En algunos momentos algún solista no estaba suficientemente iluminado en comparación con el resto, pero la iluminación fue muy buena, cooperando perfectamente a definir los diferentes ambientes a lo largo de la obra.

Finalmente, el entorno del Teatre Grec de Barcelona fue un marco perfecto para esta obra épica, en un espacio natural, al aire libre, y con su valor artístico e histórico, ayudando a crear la atmósfera de la obra.

En todo caso, fueron dos horas de muy buena música y muy buenas voces, con una dosis de actuación y movimientos escénicos que ayudan a explicar la historia. Una única representación de la obra que hizo levantar de sus asientos a todo el público mientras aplaudía al acabar. 













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