miércoles, 7 de octubre de 2009

¿Futuro?


Acabo de ver una peli-documental que da mucho que pensar... Hora y media de espectaculares imágenes aéreas. Espectaculares y algunas muy alarmantes. Y una agradable voz femenina que cuenta una historia. Bueno, una historia no, nuestra historia, la de todos.

Pues bien, quizás sea un vídeo de concienciación ecologista. Uno más de los que seguro le gustan al primo de Rajoy (¡uy, perdón!). La "misma historia" que en los últimos años revolotea de vez en cuando tras nuestros oídos y nuestras conciencias. Y con opiniones de todos los colores, tamaños y sabores: ¿será verdad?, ¿será parte de la conspiración de los gobiernos más poderosos para meternos miedo?, ¿será una exageración sin fundamentos?, ¿será que tendremos que irnos buscando otro planeta...?

Yo, a pesar de que no siempre actúo en conciencia (¡lo confieso!), estoy del lado ecologista. Tenemos que ser conscientes de que si no cuidamos este mundo, se va todo a pique. Todo. Y ahí se mezcla altruismo hacia el reino animal, vegetal y mineral, con un "egoísmo altruista" hacia las futuras generaciones de seres humanos (y algún que otro inhumano).



Si quieres ver más, aquí están los enlaces para la hora y media:

- Versión en inglés:
http://www.youtube.com/watch?v=jqxENMKaeCU

- Versión en castellano:
http://www.youtube.com/watch?v=SWRHxh6XepM

Vale. Dicho esto, hay algo que siempre se me pasa por la mente cuando se habla de estos temas. "Hay que cuidar a la Naturaleza", "estamos agrediendo a la Naturaleza"... Bueno, ¿pero es que acaso no somos nosotros parte de esa Naturaleza? ¿Por qué siempre se habla de ello como si nosotros estuviésemos fuera, aparte? ¿No es eso un error?

Es más... somos fruto de la naturaleza, igual que las hormigas, las serpientes cascabel, los periquitos o los coatís de cola anillada; igual que el Amazonas, los cumulonimbos, el Montseny o las auroras boreales; igual que las margaritas, los olivos, las ortigas o los abetos; igual que los terremotos, las plagas de langostas, los huracanes o los tsunami... que, cuando se ponen, son tan destructivos como nosotros. Este mundo ha "creado" placas tectónicas, plagas, lluvias torrenciales, volcanes arrasadores... y a nosotros. Con nosotros se le fue la mano, claro. Se nos ha "creado" (o digamos "evolucionado") así, con una, en la práctica, ilimitada capacidad para desarrollar nuestras posibilidades y para crear cosas. Y, claro, los recursos los sacamos de lo único que tenemos a mano: el resto de la naturaleza. Pero ¿no son nuestras nocivas, arrasadoras, destructoras y aniquiladoras acciones equiparables a un gran incendio provocado por un rayo, a la desolación tras un huracán, o a los efectos devastadores de un maremoto? ¿No es acaso todo fruto de la Naturaleza?

Y yendo un paso más allá, si este mundo, la naturaleza, está siempre en equilibrio... ¿cómo es que nosotros, como fruto de la naturaleza, no formamos parte de ese equilibrio, e incluso lo rompemos? ¿Es posible que sí formemos parte aunque no lo parezca? ¿Quizás, como parte de ese equilibrio, nuestra "misión" es que todo llegue a un punto extremo de crisis (ecológica) que dé paso a una nueva fase? ¿Tal vez seamos los "encargados" de romper el círculo de la vida tal como la conocemos? ¿Tal vez sea ésta la manera "natural" de forzarnos a pensar y actuar de otra forma, y llegar a un nivel de conciencia que aún nos falta?

Tal vez no. En todo caso, nada de lo dicho justifica nuestras acciones, ya que podemos conscientemente elegir esas acciones, que además llegan a ser desmesuradas, tanto en su magnitud como en sus consecuencias. ¿Por qué no poner nuestro grano de arena para que las maravillas que comparten con nosotros este mundo duren lo máximo posible y podamos disfrutar de ello?

"What's important is not what's gone, but what remains...".

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